La danza ha trascendido su papel tradicional como forma de arte, emergiendo como un puente entre la mente y el cuerpo. Esta conexión se manifiesta en la danzaterapia, una disciplina que combina el poder emotivo del movimiento con técnicas terapéuticas, permitiendo que individuos confronten y procesen traumas de una manera profundamente integrativa.

Las respuestas físicas a los traumas, tales como las reacciones de lucha o huida, dejan una marca indeleble en nuestra psicología y fisiología. La danzaterapia ofrece un espacio seguro para explorar estas respuestas, utilizando el movimiento como medio para navegar por emociones y traumas, facilitando una sanación más profunda.

La belleza de la danzaterapia reside en su flexibilidad y adaptabilidad. No se restringe a un solo estilo de danza. Desde movimientos estructurados hasta expresiones libres, esta terapia se adapta a las necesidades individuales, reconociendo que cada persona tiene su propia danza, su propio camino hacia la recuperación.